Durante estos días se ha celebrado la segunda edición del Chemical Engineering and Advanced Materials CEAM 2010, auspiciado por la revista IRECHE, en formato de evento virtual que pudo seguirse desde la página http://www.praiseworthyprize.it/conferences/CEAM-VF2010/ceam2010.htm. En este evento han sido admitidas 59 ponencias de unas 200 presentadas a evaluación, y cubren un amplio espectro de temáticas. El Grupo GIDAI participó en el tema “Conventional Materials and Released Processing”, con una ponencia titulada, “Modeling pyrolysis of a medium density polyethyene” que fue aceptada con el número 26.
En nuestra ponencia se presenta una descripción matemática de la pirólisis de un componente aislante eléctrico de cables como es el polietileno (XLPE), un elemento de mucho interés dado el amplio uso que de este tipo de compuestos se hace en general. Se trata de un polietileno de densidad media, y tiene unas propiedades que lo hacen idóneo como aislante eléctrico. Sin embargo su respuesta a las solicitaciones térmicas es considerada problemática por la cantidad de energía que es capaz de liberar, sobre todo debido a la producción de hidrógeno en su combustión. En este estudio queda puesta de manifiesto la influencia de la pirólisis en la combustión característica del polietileno.
Representar de forma computacional la pirólisis de los materiales ha sido en los últimos tiempos uno de los focos de interés de la comunidad científica relacionada con el desarrollo de modelos de respuesta de materiales ante distintas solicitaciones térmicas. El desarrollo de este tipo de modelos es inicialmente una tarea muy compleja, puesto que los materiales que habitualmente utilizamos, y que por tanto son objeto de estudio, son heterogéneos en cuanto a los componentes que los forman, que no necesariamente en cuanto a su apariencia física. En la pirólisis se producen miles de productos gaseosos y un sin fin de reacciones químicas que implican cambios de estado de todo tipo, degradaciones y descomposición del material. Ello hace imposible modelar en detalle todos los procesos, a pesar del aumento de las capacidades de cómputo experimentadas en la última década. Por el contrario, el uso de herramientas de caracterización más precisas, como lo son los equipos de caracterización térmica de nuestro laboratorio– termogravimetría, calorimetría diferencial, etc.- ha permitido desarrollar esquemas de trabajo basados en un número razonable de productos y reacciones. Razonable en tanto representa las características del material en esos test y, por lo tanto, podrían definirse como los mecanismos globales del material. Los resultados así obtenidos han demostrado lo acertado del camino recorrido, pero aún están lejos de ser descripciones completas del proceso independientes de las condiciones del entorno o la escala a la que se desarrollan. Nuevos retos, por tanto, para el desarrollo de nuevos modelos con los que responder a las mismas preguntas de un modo más preciso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario